Como recuerdo tengo un girasol y una nota escrita en una servilleta. El temor a darle la noticia a mi mamá y una verdadera amiga que se ofreció a acompañarme.
Mi trascendencia, un día de amor y amistad con vestido y zapatos altos prestados. La ingenuidad de una niña que acepta ser madre, que lo sueña incluso en su soledad.
Lo siento por eso, por llegar con un propósito tan frío y cruel como es el abandono.
Te amo por permitir-te y permitirme ser mamá aunque aún no fuera el momento.
Te fuiste rápido de un útero en el que no había sino furia, no pudiste estar tanto tiempo allí.
Te amo tanto, mi primogénito. Recuerdo cuando saliste de mí, un pequeño coágulo, eras tú.
Gracias. Me diste una oportunidad, una medicina que hoy recibo y entiendo.
Te reconozco como mi primer hijo, varón, tú y solo tú, irremplazable.
Gracias, perdón si equivoco tu nombre, lo siento, sabes que lamento tu ausencia, sabes que anhelo todo lo que pudimos haber hecho juntos.
Gracias por ser mi primer despachito de luz.
Te libero al universo a continuar tu rumbo.
Lamento no poder estar en este plano contigo, nos vemos en las estrellas.
Mi trascendencia, un día de amor y amistad con vestido y zapatos altos prestados. La ingenuidad de una niña que acepta ser madre, que lo sueña incluso en su soledad.
Lo siento por eso, por llegar con un propósito tan frío y cruel como es el abandono.
Te amo por permitir-te y permitirme ser mamá aunque aún no fuera el momento.
Te fuiste rápido de un útero en el que no había sino furia, no pudiste estar tanto tiempo allí.
Te amo tanto, mi primogénito. Recuerdo cuando saliste de mí, un pequeño coágulo, eras tú.
Gracias. Me diste una oportunidad, una medicina que hoy recibo y entiendo.
Te reconozco como mi primer hijo, varón, tú y solo tú, irremplazable.
Gracias, perdón si equivoco tu nombre, lo siento, sabes que lamento tu ausencia, sabes que anhelo todo lo que pudimos haber hecho juntos.
Gracias por ser mi primer despachito de luz.
Te libero al universo a continuar tu rumbo.
Lamento no poder estar en este plano contigo, nos vemos en las estrellas.
Dedicado a mi primer gesta, a mis 15 años. Aborto espontáneo cuando un año antes había despedido al masculino de mi familia: mi papá y mi hermano, trascendidos por asesinato en Medellín, 1995. Sé que era un varón. Un año después nacería mi primer hija (muy cerca del día de amor y amistad en mi ciudad) y luego lo harían tres más.